LLegan las navidades, el espiritu navideño invade mi casa y aunque haya gente reniegue de estas fechas, a mi me encantan. Dar un paseo por el centro, todas esas luces y decoraciones tan bonitas y ese ambiente festivo que percibo, el olor del chocolate con churros y esos puestos de turrones artesanos que aparecen cada año por navidad ...
Me acuerdo de la familia, y sobre todo de aquella con la que por las circunstancias se ha perdido el contacto, de los seres queridos, de aquellos que ya no están. Porque la vida no espera, por eso hay que compartir cada segundo de estas fechas en las que todos volvemos a casa por Navidad.
Este año como todos, no es el Corte Ingles el que me marca el comienzo de la navidad , para mi, es mi vecina de al lado; ella siempre es la primera en poner su adorno navideño en la puerta de entrada y entonces ya se que ha llegado la hora de poner el árbol con sus bolas de colores y muñequitos, es una actividad que me encanta hacer con el niño, transmitirle todas esas sensaciones y la ilusión de estas fechas.
He elegido esta bola de navidad porque me recuerda mucho a unas que me trajo mi cuñada de china, están decoradas a mano y son preciosas además de adornar nuestro árbol estaremos colaborando con la infancia a través de UNICEF .
1 comentario:
Pues yo me voy a comprar una. Preciosa. Gracias por la idea.
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